Seres simbólicos – Alejandro González Sánchez

Seres simbólicos

ISBN: 978-84-10244-25-2
Páginas: 128
Edición: 1ª edición, octubre de 2024
Depósito legal: M-21658-2024

Con Seres simbólicos, te sumergirás en el mundo interno del trauma complejo. Un mundo lleno de sombras, oscuridad, bosques tenebrosos, casas del terror, demonios, ojos y bocas aterradoras… Es decir: el mundo provocado por la desesperanza y el terror de los trastornos con disociación grave.
Si eres trauma complejo, comprenderás y te identificarás con lo que vas a leer. Llorarás, te aliviarás o te asustarás porque alguien te puede ver en profundidad. La idea es que sepas que no estás solo y que sois legión.
Si eres familiar podrás comprender a tu ser querido y el porqué de muchos de sus comportamientos. Entenderás cómo alguien que parece estar tan bien y ser tan normal se siente tan roto y desesperanzado.
Si eres profesional, mis pacientes (y los tuyos en secreto) con trauma complejo te piden un esfuerzo para que te sumerjas en su mundo. En un curso que impartí, Mar —la persona más compleja y fascinante que tengo en consulta— le dijo a los psicólogos: «Tenéis que hacer el esfuerzo de entendernos y hablarnos en nuestro idioma. Llevamos toda la vida traduciéndoos a símbolos y traduciendo nuestros símbolos para vosotros. Es agotador y, a veces, no tenemos fuerzas para hacerlo en sesión. Ahora, os toca a vosotros».
Mis pacientes son mi mayor fuente de motivación, curiosidad y los críticos más duros acerca del modelo de mundo interno son también ellos.

Alejandro González Sánchez

Nací en 1972 en Torrelavega (Cantabria). Mi infancia fue aparentemente idílica hasta los 9 años. A los 9 años empecé a trabajar en el restaurante familiar digno de «Pesadilla en la cocina». Pasé de buen estudiante a uno de los peores y me forjé un carácter contestatario. A los 13 años sabía que me iba a ir de casa y a los 18 lo materialicé.
Fui repartidor de pizza, vendedor y ejecutivo en compañías en las que me volvieron un auténtico depredador intraespecie. Después, monté mi empresa y me alegré el día que quebramos en plena crisis del 2009. Si no eres un depredador de verdad, la culpa y la desesperanza pueden contigo.
En 2007 empecé a estudiar Psicología mientras naufragaban mi empresa y mi matrimonio. En 2012 empecé a ejercer de psicólogo en la clínica sin quererlo. La hipnosis me buscó y se convirtió en mi pasión. Una paciente psicóloga me nombró experto en trauma sin saber que trataba trauma. Desde 2021, empecé a tratar el trauma comprendiendo lo que hacía de verdad.
En el presente, tengo una preciosa familia de tres hijas (Marina, Eva e Irene) con mi mujer Irene, y me dedico a la formación de expertos en trauma en este modelo de mundo interno en el trauma complejo.