Diario de una fumada. La ruleta de las drogas - Tatiana Marivela García

Diario de una fumada. La ruleta de las drogas – Tatiana Marivela García

20.00

ISBN: 978-84-9946-661-3
Depósito Legal: M-24497-2019
Páginas: 388
Edición: 1ª edición, julio de 2019

Sinopsis: Este libro lo componen dos novelas. La primera, Diario de una fumada, donde se cuentan las aventuras bajo sustancias psicotrópicas y pensamientos de una peculiar protagonista junto con sus amigos, designados como Fumadrogas, y siendo totalmente únicos.
La segunda parte, La Ruleta de las drogas, es una curiosa novela de pequeños capítulos donde Carol, una estudiante de psicología, consigue que su grupo de amigos la ayude en su trabajo final para concluir su carrera. Un proyecto en el que sus amistades deberán consumir drogas de todo tipo.
Dos creaciones únicas que deberás leer para comprender por qué forman un matrimonio inseparable.

Me llamo Tatiana Marivela García. Mi llegada al mundo está embrujada, 19 de febrero de 1990, en Madrid, España. Si a ti también te pasan cosas extrañas en la fecha de tu nacimiento, bienvenido al club de los cumpleaños malditos.
Siento comunicaros que ya estoy casada, soy esposa de mi cama, pero en estos momentos quiero separarme de ella, porque mi verdadero amor es la escritura, aunque también me gusta pasármelo bien con mis amigos; la biblioteca es una gran discoteca. También quisiera divorciarme de mi trabajo y que mi amante, la escritura, me mantuviera.
Me dedico a la sanidad, fui una pequeña rata de la Edad Media. Tras acabar, quemé en el fuego mis apuntes de Técnico en Imagen para el Diagnóstico, Medicina Nuclear, Radioterapia y Cuidados Auxiliares de Enfermería antes de que me descubrieran y me quemaran en la hoguera por bruja.
Comencé a escribir desde pequeña, y en un armario se me acumulan cuadernos y papeles escritos que algún duende me desordena continuamente, pero que siempre estuvo presente en mis premios de microrrelatos y de poesía con La Espera, de la cual podéis disfrutar en este libro.
Finalmente, quiero acabar desvelándoos lo que pido cuando soplo las velas: quiero que me muerda un vampiro y me dé la vida eterna para así poder leer y escribir eternamente. Pero ya está tardando, no quiero ser una vampira de la tercera edad.