Treinta y tres sonetos del alma y otras composiciones – José Antonio Cué Palero
12.00€
ISBN: 978-84-9946-630-9
Depósito Legal: M-40947-2018
Páginas: 112
Edición: 1ª edición, diciembre de 2018
Sinopsis: Este libro se estructura en dos grandes partes: treinta y tres sonetos y once composiciones de estrofas variadas. Los sonetos van acompañados de un breve comentario que ayuda a la reflexión y a trascender las líneas del mismo para encontrar la riqueza escondida en cada uno de los versos.
Estructurados en cinco apartados, van recogiendo distintas reflexiones sobre la vivencia religiosa, desde los pensamientos más íntimos con Dios y la Virgen María, hasta los relacionados con la experiencia cotidiana de la fe, en la Eucaristía, en el día a día o en la relación con el mundo, para incitar y despertar en el lector un deseo de crecer en la fe y en el conocimiento del amor de Dios.
Por otro lado, las once composiciones constituyen una parte más experimental de la obra, en la que por medio de variados tipos de estrofas (lira, cuaderna vía, romance y otras) y versos, se busca la transmisión de la misma idea que con los sonetos, pero de una manera distinta en cuanto a flexibilidad de la composición (menos rígida que el soneto, lo que se refleja en el ritmo y estilo de las mismas) y en cuanto a que se deja al lector la meditación del mensaje expresado en ellas.
José Antonio Cué Palero nació en Madrid en 1993, en el seno de una familia católica. Educado en el colegio Montpellier de Madrid, de monjas franciscanas, su fe y deseo de conocer al Señor, que había mostrado tanto amor por el mundo y por él, fue creciendo. Acabó el colegio y empezó el grado de ingeniería en tecnologías industriales en la Universidad Politécnica de Madrid. Actualmente, estudia el máster de ingeniería industrial en la misma universidad. Este tiempo también ha servido para su crecimiento espiritual.
Su interés por escribir viene de lejos y, de modo indirecto también, de antecedentes familiares. Pero, más concretamente, su cultivo de la poesía se justifica por la expresividad contenida en pocas palabras y el mensaje transmitido más allá de los versos. En 2015 empezó a escribir casi fortuitamente sonetos y, poco a poco, fue creándose en él una necesidad de comunicar sus vivencias de fe mediante la poesía. Fruto de ese deseo es la presente obra.